Hasta ahí, todo bien, pese a que no recomendamos las bebidas que contienen cafeína; sin embargo, como parte de su política medioambiental, el mes pasado la ciudad alemana de Hamburgo prohibió la compra de "ciertos productos contaminantes o componentes del producto" con dinero de la municipalidad.
La prohibición incluye una referencia específica para "equipos de bebidas calientes que necesitan paquetes monodosis". Lo llaman "kaffeekapselmaschine", o máquina de café en cápsulas, que representa uno de cada ocho cafés vendidos en Alemania.
"Estas monodosis causan un innecesario consumo de recursos y generan residuos que con frecuencia contienen aluminio contaminante", se lee en el informe del ayuntamiento.
El problema, según Jan Dube, portavoz del departamento de Energía y Medioambiente de Hamburgo, está en que "las cápsulas no se pueden reciclar con facilidad debido a que normalmente están hechas de una mezcla de plástico y aluminio".
Además, la complejidad del empaque, combinado con los restos de desecho orgánico del café que queda dentro, hace que estos envases sean difíciles de procesar en muchas plantas recicladoras.
Facebook - Twitter