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Palmer se convirtió de la noche a la mañana en uno de los hombres más odiados del mundo, luego que se descubriera que este dentista de Minnepolis fue el cazador furtivo que asesinó a Cecil.
Y las "disculpas" de Palmer solo sirvieron para incrementar el rechazo hacia su personas, al expresar que: “no tenía idea que el león que cacé era conocido y tan amado. Tampoco que estaba siendo monitoreado para un estudio”.
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En la actualidad existen numerosas imágenes donde posa sonriente con leopardos, rinocentes y alces, entre otros.
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La lenta muerte de Cecil
Para evitar la localización de Cecil, el GPS fue destruido. El querido león fue sacado del parque y llevado a fincas privadas. “Le dispararon por la noche con arco y flechas para no hacer ruido y estuvo desangrándose hasta que lo remataron con rifles por la mañana", expresaron autoridades locales.
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