• Posición fetal: Las personas que duermen en la postura del feto suelen ser dar una imagen social de personas confiadas y duras, pero son, en realidad, sensibles. Pueden mostrarse tímidas cuando no conocen a las personas que le rodean, pero rápidamente se desinhiben y gustan de expresarse sin tabúes. Esta postura es la más observada en el estudio, puesto que más del 40% de los 1.000 participantes de la investigación la adoptan para dormir.
• En tronco: Esta postura, que se observó en el 15% de los sujetos, consiste en dormir de lado, pero con los brazos y piernas estirados, formando el cuerpo un poste rígido. Las personas que adoptan esta posición son ciertamente sociables y les gusta formar parte de círculos sociales. Se muestran confiados incluso con desconocidos y pueden pecar de ser demasiado ingenuos.
• El orador: Muy similar a la postura de tronco, pero con los brazos extendidos hacia delante. Las personas que duermen en esta posición suelen ser más abiertos y sociables. A su vez, se muestran dubitativos a la hora de decidir sobre su vida, y pueden resultar cínicos. El 13% de los participantes dormía de esta guisa.
• El soldado: Boca arriba, estirados. Estas personas se muestran reservadas y tranquilas. También son exigentes y tienen grandes aspiraciones. El 8% de los participantes durmió con la postura del soldado.
• Boca abajo: Se trata de personas que se sienten muy cómodas conversando y compartiendo con los demás, y con una alta dosis de apertura a las nuevas experiencias. Representaron el 7% de la muestra. También es cierto que tienen una tendencia a mostrarse más susceptibles e intranquilas de lo habitual. No aceptan las críticas ni las situaciones límite.
• Estrella de mar: Personas muy leales, siempre dispuestas a escuchar a los demás y ofrecer su colaboración. Muy empáticas. No les agrada ser el centro de atención, son bastante prudentes y reflexivas. Fueron el 5% del total de participantes quienes durmieron así; la postura menos repetida.
Más allá de las consideraciones acerca de la personalidad vinculada a la posición que adoptamos para dormir, Idzikowsky también llegó a ciertas conclusiones asociadas a la salud:
- La postura boca abajo permite una mejor digestión.
- Las posturas de soldado y estrella de mar acarrean dificultades en la ventilación, causando ronquidos y un mal descanso.
El investigador también apuntó que cambiar la postura en que dormimos es complicado, puesto que la costumbre dicta nuestra preferencia en el momento de descanso. Solamente un 5% de las personas que participaron en la investigación reportaron dormir en distintas posturas cada noche.
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