Hoy, sus descendientes pueblan las zonas tropicales del planeta sin modificar apenas el aspecto del ancestro. La naturaleza ha conservado el truco del camuflaje porque “resulta especialmente ventajoso" en las especies pequeñas, lentas y carentes de armas defensivas.
Mientras algunos exhiben una piel o pelaje con el estampado más habitual de su entorno, el dibujo de otros consigue distorsionar visualmente los límites de su cuerpo, para difuminar el contraste con el decorado de su hábitat. Incluso algunos poseen un vestuario variable capaz de adaptarse a, por ejemplo, distintas tonalidades de líquenes y follaje. Los más rápidos en pasar de una apariencia a otra son los cefalópodos, como los pulpos y las sepias, aunque en estos casos, la coloración puede tener también una función comunicativa, que les sirve para cortejar y para indicar estados de ánimo.
¿Puedes encontrar a todos los animales en las siguientes fotografías?
Para compartir puedes dar clic en los botones de abajo
Facebook - Twitter