Estos son los pasos:
- Escoger los tomates a secar, estos deben estar en su fase temprana de maduración
- Desinfectar y lavarlos correctamente, posteriormente secarlos con mucho cuidado.
- Cortarlos en gajos o juliana de forma vertical. Remover la semilla y la pulpa (esto para quitar la mayor cantidad de agua posible).
- Agrega sazón -al gusto-, esta puede ser orégano, albahaca, sal, entre otros. Encuentra un área que tenga sol la mayor parte del día.
- Coloca los tomates sobre la reja con la piel hacia abajo y acomódalos de modo que haya espacio entre los tomates. Un deshidratado adecuado requiere que el aire fluya alrededor de cada pieza de tomate. Cubre los tomates con tela manta de cielo pero que no los toque, esto ayudará a mantener a los bichos y pájaros fuera de tus tomates, así como a cualquier basurita que pueda caer de algún árbol. Revisa de vez en cuando los tomates. Esto puede llevarse de 1 día total de sol hasta 2 semanas para una deshidratación total. Asegúrate de guardarlos en la noche. Cuando el sol se pone los niveles de humedad se elevan y no te gustará que los tomates se cubran del rocío nocturno. Los tomates están deshidratados por completo cuando tienen la textura de cuero y dejan de estar pegajosos. No te excedas al secarlos ya que pueden volverse quebradizos. Los tomates resultantes tendrán un color mucho más oscuro que cuando estaban frescos.
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